Acerca del Centro

Trabajamos cada día con dedicación y entrega para ofrecer Fisioterapia de calidad, basada en tratamientos individualizados y siempre personalizados en función de las necesidades de nuestros pacientes.
Nuestra especialidad es la Terapia Manual y nos mantenemos en constante formación para continuar creciendo siempre como profesionales y así poder ofrecerles lo mejor en Fisioterapia.

miércoles, 28 de marzo de 2012

FASCITIS PLANTAR

Es una inflamación aguda de la gruesa fascia o aponeurosis plantar, que se inicia en la tuberosidad del calcáneo y se expande hasta los dedos del pie.



La fascia plantar, junto con el aparato cápsulo-ligamentoso, la musculatura intrínseca del pie y otros músculos que se insertan en zonas cercanas (tibial posterior, peroneo lateral largo, flexores de los dedos y del dedo gordo, gemelos y sóleo indirectamente), se encarga del mantenimiento de los arcos plantares transversal y sobre todo longitudinal del pie (estabiliza el pie en la última fase de apoyo).

La fascia plantar, por su localización, está expuesta de forma continua a fuerzas de compresión, tensión, cizallamiento y estiramientos repetitivos, de ahí su alta densidad en colágeno, lo que la hace altamente resistente.

La fascitis plantar es una lesión producida por microtraumatismos repetitivos en este tejido, principalmente en la unión de la aponeurosis con el hueso calcáneo (talón), siendo esta región la más vulnerable y con mayor acúmulo de receptores sensitivos.

En un primer momento, los microdesgarros que se producen en la zona dan lugar a una inflamación del tejido, considerándose ésta la fase aguda (aproximadamente las 3 primeras semanas), existiendo una verdadera FASCITIS plantar.

Pasada esta fase, si no se toman medidas para proteger y recuperar la lesión, comienza un proceso degenerativo en el tejido conjuntivo que forma la fascia, con una alteración en la reparación cicatrizal y con formación de un tejido fibrótico poco elástico y resistente, que puede romperse constantemente al someterse a un mínimo esfuerzo. Estaríamos en este momento ante una fase "crónica" o degenerativa de la lesión, denominada más adecuadamente FASCIOSIS en lugar de fascitis plantar.

Los síntomas suelen ser:


- Dolor en el talón, principalmente en su parte interna y más anterior y/o en la planta del pie, habitualmente cerca del centro.

- El dolor es mayor por la mañana, al levantarse de la cama y dar los primeros pasos, y mejora al caminar un rato.

- El dolor suele empeorar al final del día, sobre todo si se ha tenido que estar mucho tiempo de pie,  andando o después de realizar actividades deportivas que exijan correr o saltar.

- El comienzo del dolor no se suele relacionar con ningún traumatismo o movimiento lesional específico.

- En deportistas, en las primeras fases de la fascitis, el dolor disminuye con el calentamiento, pero en fases avanzadas el dolor puede  persistir hasta en reposo.

¿Por qué puede comenzar una fascitis plantar?:


- Por una fascia plantar demasiado rígida, normalmente asociado también a rigidez en el tendón de Aquiles, que se considera desde el punto de vista fascial, como una expansión de la fascia plantar. Es muy habitual que exista también un exceso de tensión en la musculatura y fascia posterior de todo el miembro inferior, principalmente en el triceps sural (gemelos y sóleo) y en los músculos isquiotibiales.

- Problemas estructurales de arco plantar, como la existencia de un pie cavo o un pie plano con hiper pronación del pie durante la carga del peso del cuerpo. Puede presentarse también en presencia de un primer dedo (dedo gordo) rígido.



- Por llevar un calzado con una suela demasiado dura y plana.

- Por el uso de zapatillas de deporte que no proporcionen un buen apoyo al arco interno del pie y amortiguación al talón, aumentando su estrés durante la actividad deportiva, sobre todo si ésta incluye carrera y salto.

- Correr continuadamente en asfalto o terreno duro.

- En ocasiones la presencia de un espolón calcáneo, que es una calcificación de la fascia plantar en su inserción en el calcáneo, puede provocar dolor en el talón, aunque muchas personas con espolón calcáneo no presentan síntomas. Suele aparecer como consecuencia de las tracciones continuas y excesivas en el periostio (tejido que recubre al hueso) ejercidas por la fascia plantar.


¿Qué hacer?:


En la primera fase: inflamatoria.


- Cambiar el calzado por uno más elástico y que proporcione un buen apoyo al arco plantar y una buena amortiguación al talón.

- Parar la actividad deportiva, sobre todo si es de carrera y/o salto. Se puede sustituir por otra que no cause estrés en la planta de pie como nadar, bici...

- Evitar largas caminatas.

- Todos los días, como mínimo una vez al día, realizar un masaje en la planta del pie rodando bajo ella una botella de plástico con agua congelada durante aproximadamente 10 minutos. Para ello te colocas sentado, pones la botella sobre una alfombra o toalla y el pie sobre ella. Presionas suavemente y mueves el pie hacia delante y hacia atrás, de manera que ruede sobre la botella lentamente. Si duele, disminuye la presión sobre la botella y si eres muy sensible al frío, puedes colocar otra toalla o paño de cocina entre la botella y la planta del pie.

- Realiza estiramientos suaves y mantenidos de toda la musculatura posterior de la pierna:

1. Estiramiento de gemelos: de pie contra una pared o similar. La pierna a estirar es la que se coloca detrás, con la rodilla estirada y la puntera del pie dirigida al frente. Sin levantar el talón del suelo, llevar la pelvis hacia la pared hasta que se note el estiramiento en los gemelos y mantener unos 15-20 segundos.

2. Estiramiento de sóleo: posición de partida igual que para el estiramiento de gemelos. A continuación se flexiona la rodilla de la pierna que está atrás sin levantar el talón del suelo. 15-20 segundos.









3. Estiramiento de sóleo, gemelos y planta del pie en escalón: a la pata coja o con las dos puntas de los pies en el escalón. Dejar caer el peso del cuerpo despacio hasta que se note el estiramiento, 15-20 segundos. Si no hay molestias, desde esta posición ir a ponerse de puntillas contrayendo el triceps sural y repetir después el estiramiento.


4. Estiramiento global de la cadena posterior del miembro inferior: colocarse frente a una pared, silla o mesa donde apoyar los brazos y flexionar el tronco hacia delante intentando formar un ángulo de 90 grados entre pelvis y muslos y entre piernas y pies, manteniendo los pies juntos y las rodillas estiradas. Para aumentar el estiramiento dirigir la pelvis hacia el suelo pretendiendo disminuir el ángulo entre pelvis y muslos. Mantener esta posición (notando el estiramiento) durante 3 a 5 minutos.



5. Autoestiramiento de la fascia plantar: colocarse como en la imagen y tirar de los dedos y de la parte delantera del pie hacia ti hasta notar el estiramiento en la planta. Se puede realizar también colocándose en cuclillas, descalzo.

















- Si el dolor es mayor en el talón, se puede colocar en el calzado una talonera de descarga (de venta en farmacias y ortopedias). Evita también caminar descalzo.


- Si notas tensión en los gemelos, además realizar los estiramientos, evita utilizar calzado plano y sustitúyelo por uno con al menos 2 cms. de tacón.

- Como medida extra se puede colocar un vendaje funcional en la planta del pie, pero no sustituye a la corrección en el calzado.

- Como fármacos, el médico suele prescribir anti inflamatorios orales, y en algunos casos una infiltración de corticoides (se recomienda no realizar más de tres porque tiende a degenerar el tejido).


En la segunda fase: degenerativa o "crónica".


Si llevas aproximadamente más de tres semanas con las molestias, es muy probable que tu lesión ya se encuentre en esta fase. Es muy frecuente que en este punto los anti inflamatorios orales ya no hagan el mismo efecto. Hay que tener en cuenta que no nos encontramos en este momento ante un proceso inflamatorio, de modo que la ingesta de AINES ya no tiene sentido, y continuar con ellos sólo dificultará el proceso de regeneración del tejido (inhibe la migración de las células inflamatorias al foco de lesión, que son necesarias para activar el proceso de reparación).

- Continuar con los consejos anteriores, pero probar a sustituir la botella congelada por otra que contenga agua caliente. Se puede masajear tambien la planta del pie con una pelota o realizar un automasaje.

- Si aún no lo has hecho, acude a un fisioterapeuta, ya que hay que realizar una exploración más exhaustiva del problema, identificar y corregir posibles alteraciones biomecánicas del aparato locomotor    (problemas de movilidad articular, de coordinación o fuerza muscular, etcétera).

En este punto, nuestro tratamiento directamente sobre la fascia plantar va encaminado a mejorar la calidad del tejido y su elasticidad, mejorar la cicatrización y eliminar fibrosis si las hubiese, mediante técnicas como electroterapia (ultrasonidos especialmente), inducción miofascial, gancheo de la fascia plantar y regiones vecinas, vendaje neuromuscular...

Cuando los síntomas persisten en el tiempo, principalmente si los tratamientos recibidos han ido dirigidos exclusivamente a la fascia plantar, lo más probable es que el problema esté en otras estructuras y sean éstas las que hay que tratar. De ahí la importancia de realizar una exploración y valoración lo más completa posible desde el primer momento.

Otras posibles causas de dolor en el talón y/o la planta del pie pueden ser:

     * Puntos gatillo del sóleo, gemelos, musculatura intrínseca profunda del pie u otros músculos.
     * Tendinopatía del aquiles.
     * Atrapamiento de la rama calcánea del nervio tibial posterior.


     * Síndrome de almohadilla grasa (disminución del volumen de esta almohadilla que amortigua el golpe del calcáneo contra el suelo durante la marcha).
     * Fractura por estrés del calcáneo.

- Estudio de la pisada por un podólogo, que valore si es necesario confeccionar unas plantillas correctivas.

Si aún así continúan los síntomas:

Y está claro que el problema está en la fascia plantar:

- Lo siguiente puede ser valorar la posibilidad de aplicar ondas de choque.

- Como última opción está la cirugía, que suele consistir en la sección de parte de la fascia plantar más profunda en su punto de anclaje en el calcáneo.








lunes, 12 de marzo de 2012

¿QUÉ ES EL BRUXISMO?: consejos y ejercicios para su tratamiento.


¿Te levantas por la mañana con cansancio en la musculatura de la cara-cuello y dolor en la región de la mandíbula y dientes?. Si es así y además de estos síntomas presentas alguno o varios de los siguientes, es muy probable que padezcas bruxismo:



- Rechinas los dientes o te han dicho que lo haces cuando duermes (emite un ruido característico).
- Desgaste dentario.
- Ruidos y/o dolor en la articulación témporo-mandibular (localizada justo delante del oído).
- Dolor de cabeza.
- Dolor y/o pitidos o ruidos en los oídos (tinnitus o acúfenos).
- Limitación de la apertura de la boca y/o asimetría en el movimiento de la mandíbula al abrir la boca.

¿Qué es el bruxismo?.
Es el hábito de apretar o rechinar los dientes, con distintos grados de intensidad y generalmente de forma inconsciente.
 Puede ser de varios tipos:

B. de apretamiento: apretar los dientes en una determinada posición con contracción mantenida.
B. de frotamiento: se friccionan los dientes produciendo un rechinamiento, con contracción y relajación de los músculos alternadamente. Produce desgaste dentario.
- B. diurno: de apretamiento o frotamiento, es generalmente consciente.
B. nocturno: de apretamiento o frotamiento, se presenta en el sueño y existe cansancio muscular al despertar.
- B. diurno y nocturno: cronificado, la persona bruxa constantemente.

En las personas que padecen de bruxismo de apretamiento el síntoma predominante es el dolor muscular acompañado frecuentemente de cefaleas. En las personas frotadoras o rechinadoras, la manifestación más frecuente es el desgaste en los dientes.

¿Por qué se produce?.

En un principio se pensó que estaba provocado por problemas odontológicos, como obturaciones mal realizadas, pero corrigiéndolas no se solucionaba el problema. Se establecíó posteriormente como causa principal la mala oclusión y contactos prematuros entre los dientes al morder, pero se observó que hay una gran cantidad de personas con estas disfunciones que a pesar de ello no bruxan. Actualmente se piensa que su origen obedece a varios de estos factores junto con un elevado nivel de estrés emocional.

Las situaciones estresantes desencadenan en el individuo una serie de emociones, de intensidad y características diferentes según la personalidad de cada uno. Se ha observado que las personas que bruxan suelen presentar mayoritariamente altos niveles de ansiedad, seguido de sentimientos de ira reprimida, miedo, frustración, personalidad demasiado competitiva, etcétera. Asimismo, las molestias que ocasiona el bruxismo, principalmente el dolor, son motivo de alteraciones emocionales y en el estado de ánimo del individuo.

El estrés y su manifestación en el organismo. 

El estrés produce un aumento general de la activación del organismo, por diferentes mecanismos neuronales y endocrinos, ya que éste interpreta que se encuentra frente a una situación de alerta en la que debe prepararse para sobrevivir, luchar o huir. Se produce un aumento de la presión sanguínea, una fuerte respuesta muscular, aumento de ritmo respiratorio, etcétera.

Si nos encontramos ante una situación en la que realmente peligra nuestra integridad física, esta reacción es adaptativa, pero cuando el agente estresante son problemas en el entorno laboral o afectivo por ejemplo, y nos encontramos ante una imposibilidad real o no de cambiar o "agredir" lo que nos afecta, esta activación del organismo, sobre todo si se prolonga en el tiempo, puede originar alteraciones fisiológicas como hipertensión arterial, exceso de tensión muscular (su expresión en el sistema masticatorio sería el bruxismo), problemas digestivos, subida del nivel de azúcar en sangre...

Estas alteraciones, según las características de la persona, se manifestarán en el "eslabón más débil", ya que será este el primero que agote su capacidad de adaptación.
" El bruxismo podría ser la expresión física de un estado inconsciente de sub-alerta".

¿Qué hacer si se sospecha que se padece bruxismo?

- El dentista será el encargado de identificar problemas en la dentadura y resolverlos. Suelen confeccionar una férula de descarga nocturna y a veces también diurna, para proteger los dientes, principalmente para las personas rechinadoras. También al mantener en una posición de alargamiento a la musculatura masticatoria, ayuda a disminuir su tono muscular, si bien es cierto que algunos individuos siguen apretando los dientes a pesar de la férula, persistiendo la fatiga muscular y los trastornos músculo-esqueléticos que esto ocasiona.



- Es necesario disminuir la tensión y el espasmo muscular, relajar el organismo en general, así como devolver el movimiento normal a la mandíbula, para proteger a la articulación témporo-mandibular de un desgaste prematuro. En caso del bruxismo diurno es muy útil y necesaria la corrección de la postura. De todo ello se encargará el fisioterapeuta.


- Realizar algún tipo de actividad física que te guste para poder ser constante. Todos sabemos que el ejercicio físico libera endorfinas, la "hormona de la alegría", que facilitan la disminución del estrés y el dolor.

- Existe un truco para relajar la mandíbula cuando uno es consciente de que está apretando pero no sabe cómo "soltarla", que es colocar la punta de la lengua en el paladar, justo detrás de los dientes.

- Practicar la respiración diafragmática (con el abdomen) regularmente y especialmente un rato antes de dormir para favorecer la relajación.

- Evitar hábitos como morderse las uñas o la tapa del boli, mascar chicle, comer pipas... que estimulan y estresan a la musculatura de la masticación.

- También antes de dormir se pueden realizar unos sencillos ejercicios para disminuir la tensión de esta musculatura:



1. Con las yemas de los dedos masajear circularmente, de forma suave y lenta la musculatura situada por encima del ángulo de la mandíbula (1 minuto como mínimo).

2. Con los pulpejos de los dedos índice, corazón y anular, realizar una suave presión en la misma musculatura, situada aproximadamente un dedo por debajo del hueso del pómulo. Si se notan zonas de mayor tensión o especialmente dolorosas al tacto, presionar sobre ellas muy suavemente (1 minuto como mínimo).

3. El mismo ejercicio anterior, solo que se colocan los dedos índice y corazón por debajo de la sien, ligeramente más arriba del hueso del pómulo (1 minuto como mínimo).

4. Colocar los índices sobre los molares inferiores. La boca se debe mantener ligeramente entreabierta, de forma cómoda y relajada. Se realiza una contracción suave de 3 a 5 segundos intentando cerrar la boca mientras los índices resisten la contracción. Cuando cesa la contracción, con los índices se empuja suavemente el maxilar inferior hacia los pies. Mantener unos 30 segundos o más, o hasta que se note la relajación completa de la mandíbula. Repetir tantas veces como se quiera.


- Cuando la persona sufre altos niveles de ansiedad de forma recurrente, es conveniente acudir a un especialista, en este caso el psicólogo, que ayude a identificar su origen y enseñe estrategias y habilidades para controlar la ansiedad a largo plazo.








lunes, 5 de marzo de 2012

ERGONOMÍA: Postura correcta para sentarse frente al ordenador.

Las lesiones múltiples por sobrecarga consecuencia de la adopción de malas posturas cuando estamos sentados frente al ordenador es un mal que sufren cada vez más personas y a más temprana edad.

Generalmente somos conscientes de ello, de hecho en la Consulta de Fisioterapia, la respuesta más común a "¿cómo te sientas mientras trabajas?" es "fatal!". Frecuentemente la persona no sabe como corregir su postura, o lo sabe pero hacerlo le resulta muy fatigoso. Lo habitual después de hacer esta pregunta es que quien tienes sentado frente a ti, automáticamente se coloque muy muy derecho. Es normal que esta postura resulte cansada y difícil de mantener durante las ocho o más horas que dura su jornada laboral, ya que requiere de demasiado trabajo muscular y atención.

Existen "puntos clave" que se pueden modificar y dispositivos externos como cojines y cuñas cuyo uso hará que sentarnos bien sea mucho más sencillo.


Lo más importante: ¿Cómo debo sentarme?

1. Siempre en el fondo del asiento
La zona lumbar baja y parte del sacro tiene que estar apoyada en el respaldo de la silla, para evitar que la columna lumbar se flexione y arquee.


2. Si es necesario, porque la silla no nos proporciona un buen apoyo, colocar:

- Un cojín de refuerzo lumbar.
- Y/o un "cojín cuña para descarga de la columna".
3. Regular la altura de la silla.

Es importante sobre todo que:
- El ángulo que forman tronco y muslos sea de 90 grados o mayor. Si aunque subamos la silla no alcanzamos este ángulo, es recomendable utilizar la cuña para descarga de la imagen anterior.
- Pies apoyados en el suelo o en un reposa pies.

En la gran mayoría de los casos, la corrección de la zona lumbar corregirá automáticamente los segmentos dorsal y cervical.



Si no modificamos la forma de sentarnos, lo más probable es que aparezca:

Dolor lumbar:

- El disco intervertebral lumbar protuirá hacia atrás, y si adoptamos esta posición durante muchas horas al día acabará por debilitarse aumentando su riesgo de fisura.
- Las estructuras de sostén articular como ligamentos, cápsulas y músculos estarán elongados en exceso a este nivel, lo que también puede ser motivo de dolor lumbar.

Dolor dorsal:

- Por aumento de la curva dorsal (cifosis dorsal), que puede acabar por rigidificarse y volverse irreversible.

Dolor cervical:

- En esta posición existe un exceso de apoyo en las pequeñas articulaciones entre las últimas vértebras cervicales y primera dorsal, pudiendo provocar dolor y a largo plazo degeneración articular en forma de artrosis así como problemas discales por deshidratación prematura del disco consecuencia de la falta de movimiento en este segmento de la columna.

- Dolor cervical alto (a nivel de la nuca o en la base del cráneo) y cefaleas, por exceso de trabajo de la musculatura de esa zona para sostener la cabeza e intentar mantener la vista al frente.


Posición de los brazos

- Apoyados en el reposa brazos.
- O descansando los antebrazos (al menos dos tercios de ellos) en la mesa.


El brazo del ratón

- Es necesario estar pendientes de mantener el hombro lo más relajado posible, evitando encogerlo y subirlo hacia la oreja.
- Para prevenir problemas de muñeca o si ya existen, para ayudar a resolverlos, colocar un cojín bajo ella (los venden por separado o junto con la alfombrilla del ratón). También podemos colocar algo que tengamos a mano, como un paquete de clinex o similar.


Si tu trabajo precisa leer o copiar documentos en papel:

- Colocar un atril portapapeles que facilite mantener la cabeza en posición vertical. Parece mentira, pero nustra cabeza pesa entre 4 y 5 kilos, parte de cuyo peso deben sostener los músculos de la parte posterior del cuello que acabarán por fatigarse y contracturarse si no ponemos remedio.
- El cuerpo debe quedar entre el monitor del ordenador y el atril, en este caso es conveniente no centrar el monitor.

El monitor

- Ajustar la pantalla para que la vista se dirija ligeramente hacia abajo. Si la pantalla está muy baja, colocar algo bajo ella, como por ejemplo unos libros.
- Situar el monitor a unos 60 cm. de los ojos. Si la pantalla es muy grande, mejor más lejos.
- Colocarlo centrado, de forma que no tengas que girar la cabeza para mirarlo.

El resto de dispositivos

Como impresora, teléfono, etcétera. Si necesitamos usarlos continuamente, mejor colocarlos alrededor del PC. Si los usamos de vez en cuando se pueden situar alejados para que te obligues a levantarte y cambiar de postura. Si el uso del teléfono es continuado recurre a los auriculares.



RECUERDA
  • El permanecer demasiado tiempo en una misma postura, aunque sea correcta, puede ser en sí mismo origen de sobrecargas, lesiones y dolor. Levántate y da un paseo corto siempre que puedas, realiza algún estiramiento...
  • No hay que desesperar si no se puede adaptar todo lo que tienes alrededor, o si no se consigue una postura correcta durante toda la jornada laboral. Tu organismo notará las correcciones que hagas diariamente, por pequeñas que sean. Poco a poco, intentarlo ya es un avance.
  • La corrección postural puede llegar a automatizarse, podemos llegar a adoptarla sin pensar continuamente en corregir a base de REPETICIÓN, así aprende nuestro cerebro.







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